27 septiembre 2006

Como Alcalde vuestro que soy

José María Saponi se presenta, claro tenía que decirlo ya. Supongo que después del anuncio de Ibarra ha tenido que aguantar mucho: “El próximo tú ¿no?” Cómo me pasó a mí cuando se casó mi hermana, toda la celebración aguantando “¿y tú para cuando?” Yo tardé siete años en casarme, pero el alcalde de Cáceres ya ha aclarado dudas, murmuraciones y quinielas. Ha dicho que él sigue, que nadie cómo él, que lo de la savia nueva,el dar paso a los cacereños de hoy y de mañana, que mejor lo deja para otro momento, por mucho que digan los jóvenes de su partido en Toledo.

Sí, José María Saponi continúa pero parece que parte de su equipo no, de profunda renovación habla el candidato a alcalde.
José María anda sobrado, le empiezan sobrando, tal vez por falta de confianza, aquellos que durante cuatro años han sido sus concejales, le sobran estadísticas, según sondeos del PP la victoria va a ser abrumadora, (debido a su persona, no a su equipo de gobierno), le va a votar todo el mundo, hasta Francisco Javier Castellanos incluido.

Le sobran, también, al candidato del PP lugares donde realizar la comparecencia, en lugar de hacerlo en la sede de su partido, como es de esperar, o como marca el sentido común y el decoro, ejemplo reciente Ibarra que hizo el anuncio de su retirada como candidato en la sede del PSOE. No, Saponi tiene su propio estilo, marcándose un tono Pepe Isbert “como alcalde vuestro que soy” y hace la comparecencia en el Salón de Plenos, el lugar que representa a todos los cacereños, el foro público donde con sólo el alcalde, yo no me sentí representado.
Qué pena de asesor que no le dijera “alcalde al balcón” para completar el homenaje al Isbert, tal vez para los San Pancracio hubiera tenido su premio.

2 comentarios:

alelo dijo...

Joé, ¡qué sincronía! Voy a ver qué has "ponío".

Anónimo dijo...

Buen maestro habrá tenido en Fernández Vara que, a raíz de su nombramiento como candidato a la presidencia de la Junta de Extremadura por el PSOE, ha concedido entrevistas desde su despacho de la Consejería de Sanidad. ¿Debería haber utilizado también la sede para hacerlo, verdad?


¿Cómo era aquella parábola de la viga y la paja?, ¿me puedes refrescar la memoria, Javier?