Cara de perros

Ahí estaban puntuales a su cita, Sesión de Control en el Congreso de los Diputados, la primera tras el verano, la primera tras los incendios de Galicia y el desbordamiento de inmigrantes en Canarias.

"Hoy nos los comemos con patatas, Mariano". "Entre los fuegos de tu tierra, los inmigrantes, el contubernio socialista, masónico, musulmán, policial. Hoy alguno dimite, ya verás Mariano, un paseo de gloria hasta las Elecciones Municipales". Seguro que así se desanuyaban los líderes del PP, ayer por la mañana, en alguna cafetería de la calle Génova, entre rondas de café con leche y alguna ojeada al Marca con "cagüentó" incluido por que el Barça había ganado por goleada.

Allí estaban clavaditos en la Cámara, con nuevos trajes de temporada, estrenando plumas, bolis y maletín, ideales de vuelta al cole, parapetados tras los escaños, burladeros de "sus señorías" como cuadrilla esperando el chaparrón y así ahorrarse la tarde.

Inconfundibles con su cara de perros, perdonavidas de no me pidas un favor que te machaco, posturas que personalmente no entiendo, si tantas certezas tienen en lo que exponen, si tanta sinceridad hay en lo que cuentan, por qué no dejan de crisparse, por qué no relajan los mastoides para disfrutar de sus andanadas al gobierno. Tal vez, por que mover los labios y que otros pongan las palabras no es fácil, es el arte del doblaje. Hacer coincidir los movimientos labiales con los dictados de Losantos, las editoriales del mundo, las confesiones prepago en el bis a bis de algún preso, los estatutos de las FAES, debe ser difícil tarea, horas y horas de entrenamiento en Génova, prueba imposible de concursante de Gran Hermano y ese expresidente que todo lo ve.

Previsible primer tercio de incendios en Galicia, hablan de catástrofes ecológicas aquellos que se doctotaron en ellas con el Prestige, de inmigrantes ilegales los que no quisieron nunca hacer pacto de gobierno, de las dudas del 11 M el que fue Ministro del Interior en aquellas fechas.

Lo inesperado y realmente gracioso es la intervención de Zaplana, bronceado marino incluido, pregunta con tono "de ahí va eso" sobre la eficacia de los últimos cambios en el gobierno y extrañado que un alcalde llegue a Ministro. Lo dice Zaplana que pasó de presidente regional a Ministro de Trabajo, el mismo partido que cambio también a Juan José Lucas de presidir Castilla y Leon a ministro sin sombra, o Mayor Oreja de Ministro del Interior a candidato derrotado en las elecciones del Pais vasco, así un largo etcétera.
Sí, me asombra su fascinación por los cambios, su descubrimiento de las reglas democráticas.

Hay gentes que para ser demócratas, tienen que tener ganas primero y luego, tener tradición.

Y memoria, sobre todo memoria, por que Mariano Rajoy no sabía contestar, por la noche en Cuatro, a Iñaki Gabilondo de la guerra de Irak, miradas al suelo, circunloquios de Kósovo, Afganistan y Líbano, pero Irak ¿Qué es eso de Irak? ¿Capital Azores, tal vez? No, no le sonaba seguro que tenía que consultar la hemeroteca de pedrojota, el comodín de la llamada.

Vaya inicio de curso, algunos con esa cara de perros parece que repitieran o tal vez, ya no le gustan las bromas de su compañero de pupitre, perdón de escaño.