16 noviembre 2006

Escarnios

Hace unos días Eduardo Madina se sentó frente al tribunal de la Audiencia Nacional que juzga a los etarras que le pusieron la bomba en su coche.

Desde la jaula de cristal los asesinos realizaban uno de los escarnios que Eduardo Madina sufrió ese día. Muestras de desprecios, risas, volverse de espaldas. La misma frialdad con la que detonan bombas o aprietan gatillos, la irracionalidad que les cubre como pasamontañas cuando eligen víctima, cuando acechan, cuando quitan el seguro a las pistolas, cuando producen muerte, cuando reivindican en nombre de una tierra y una idea que no necesitan de muertos para definirse. Es la presencia de los asesinos lo que produce el primer escarnio.

El segundo escarnio es la clamorosa ausencia. La Asociación de Víctimas del Terrorismo no acudió a acompañar a Eduardo Medina, los que en estos últimos tiempos se manifiestan pancartas al viento por las calles de Madrid y Sevilla, precisamente en estos tiempos sin que ETA sume más víctimas. No quisieron arropar al diputado del PSOE, ni a su NOMBRE, no quisieron acompañar la diginidad de Eduardo Madina ante el tribunal, no pudieron alentar la clarividencia de ideas, la certeza de vida de la víctima. Mientras los matarifes se reían tras los cristales.

La ausencia se define por si misma. No es necesario añadir más.




10 noviembre 2006

Calidad de vida

Madrid pone trabas a un trasplante para un niño discapacitado de Ahigal

El Servicio Madrileño de Salud niega el riñón al pequeño argumentando que con ello no mejorará su calidad de vida. Los padres han demandado a la salud pública madrileña por vulneración del derecho fundamental a la igualdad. (Sacado del Periódico Extremadura)

Está claro, tanta serie de médicos en las televisiones hacen que algunos doctores dejen de creerse Dios para creerse House. Con la diferencia que el personaje de House, además de ser ficticio y ácido, es también la imagen del juramento hipócratico hasta sus últimas consecuencias. Ficción pura y dura, médico de cartón piedra.

Está claro, cuando uno lee ciertas noticias, lo del humor fino o el cinismo de dehesa deja paso al peor de los cabreos, a la mala leche rezumada, a la visceralidad de bata blanca agarrada por la pechera.

Me sereno y me dan ganas de encender un cigarrillo, no tendría problemas. Recordemos que la Ley Antitabaco ha sido modificada por Esperanza Aguirre y su consejero "mastín" de Sanidad, la misma Consejería del mismo gobierno que le niega el trasplante a Fabio, la presidenta que dice de su ley de tabaco: "Nosotros ponemos los derechos de los no fumadores por encima de los derechos de los fumadores --explicó--, lo que no quiere decir que mientras no se prohíba fumar o el comercio del tabaco no creamos que también hay que defender los derechos y libertades de los fumadores, por debajo de los no fumadores... Pero habrá que decirles dónde y cuándo pueden fumar". Me río yo de los hechos diferenciales autonómicos y la solidadridad entre las mismas.

A mi hijo la Consejería de Sanidad le va a vacunar gratuitamente contra el neumococo. Eso sí a mi hijo, a Fabio no. Tal vez por que es hasta los dos años y el niño de Ahigal tiene siete o quizás tampoco mejoraría su rehabilitación y es extremeño, no de Chamberí.


Se puede discutir muchos de diagnóstico o en este caso de dualidades patológicas, de preferencias de tratamientos, de rentabilizar recursos, de priorizar candidatos a trasplantes. Si, todo muy discutible, pero lo que está claro es que el informe médico del Hospital de la Paz se señala que el trasplante renal no está médicamente indicado en el caso de Fabio "porque no mejoraría su rehabilitación, socialización y calidad de vida" y añade que el mejor tratamiento es la diálisis peritoneal. El mismo que le tiene enganchado cada día durante trece horas a una máquina.

A esto se le llama ciscarse en la idea de UNIVERSALIDAD y GRATUIDAD de la Sanidad española, además de pasarse por el dobladillo de la falda de Esperanza Aguirre los derechos constitucionales de Fabio y su familia.

Con la Ley de Dependencia recientita aprobada en las cortes, la sanidad madrileña hace de un niño de siete años dependiente durante 13 horas diarias de una máquina de diálisis. Pero claro los de Ahigal votan en Ahigal y no en la calle Serrano. Además no es la misma calidad de vida para un ciudadano de Moratalaz que para uno de la zona rural de Extremadura.

No, definitivamente, no es lo mismo la impronta progresista se marca más en Extremadura.

Lo dicho House es entretenido y gracioso, la sanidad madrileña es peligrosa y discriminatoria. Evidentemente sin ninguna gracia, aunque Esperanza Aguirre y Manuel Lamela sean sus responsables.