Lo que son las cosas, estaba yo echando el cierre del Blog, cerrando la etapa de "Un extremeño en Madrid", buscando el final feliz de este blog, antes de traspasar esta página de nostalgias con la A5 y 300 km por medio, a la de la militancia extremeña, al del ciudadano de Cáceres con censo, residencia y paseante de pleno derecho.
Preparaba un final con beso, de tauromaquias y lirismos como las noches del "jardín de los alelos", como las puntuales melancolías de "la torre de Bujaco", como la poesía pura de una "columna Toscana", como el infinito enamoramiento en puño y letra del "manucristo de Pandora", con el "vale" de "cerca de las retamas", con el pragmatismo de denuncia de "Las mentiras de la industria farmaceútica".
Pero no, como sabiamente aparece escrito en los azulejos de las tascas de toda la vida: "Hoy hace un buen día... Verás como viene alguien y lo jode".
Pues eso, que ha aparecido.
Para más señas editorialista, micrófono abierto, programa propio. No, no entrena al Madrid, ni es de intereconomía. Como decia Bogart en Casablanca: "Si pensara en tí, tal vez te despreciaría".
No, me refiero al "profesional de los medios" otro más que contamina mañanas, es decir Carlos Herrera y su declaraciones sobre el Tribunal Constitucional, al que impunemente llama "Tribunal Prostitucional".
Hay cosas que tenían que ser de talego, pero vamos inmediatamente, incluida pastilla de jabón que se cae en la ducha y maromo detrás que piensa los sujetos en femenino.
Hay cosas que tenían que ser de talego, pero vamos inmediatamente, incluida pastilla de jabón que se cae en la ducha y maromo detrás que piensa los sujetos en femenino.
Intentar ocultar la libertad de prensa y expresión tras la bandera negra, no ya del señoritismo caciquil, ni tan siquiera tras el porte de colonial traficante de esclavos con sombrero blanco panamá y Cohiba encendido, si no de palmero fino, gomina y ceceo artificial, pasajero golpista del "Dragon Rapide".
Se me hace imposible distinguir entre los que jalean antentados y tantas veces han sido limitados por el Tribunal Constitucional, sin reconocer ni a ese Tribunal, ni al consolidado estado de derecho, ni a las impecables fuerzas y seguridad del estado, ni a la elección democrática de los gobiernos, ni a la consolidada autoridad de la monarquía, ni a los universales derechos de los ciudadanos de este País, que sin vergüenza, ni tapujo llamo España; y entre aquellos otros que mañana a mañana, palabra tras mentira, verbo como coz, erosionan de la misma manera las consolidadas bases constitucionales y políticas, elegidas por casi todos (menos ellos), de nuestro estado. Hay instituciones que no se deben tocar por que realmente son pilares de nuestra propia convivencia y motor de nuestra evolución.
¿Qué arrasa más el disparo de un asesino o la mentira tras mentira, casi convertida en blasfemía, de un sepulcro blanqueado autodenominado demócrata, pero que no perdona la decisión en las urnas?
¿Donde está la diferencia, si las hubiere, entre aquel que no acata la Constitución, ni la Libertad de los ciudadanos y el otro que diariamente los arrastra por el fango de la única verdad es mi mentira?
¿Por qué es lícito que el mismo día que se inicia un proceso de elecciones, se pueda sembrar veneno y mentiras sobre los ciudadanos?
¿Por qué es delito robar el CD de un coche y no el honor de la democracia?
¿Por que la extremaderecha de este país deja de tener medios de comunicación y monta un partido?
A esta si respondo, por que de la democracia les da asco hasta que les voten
En definitiva me parece más creíble Jorge Javier Vázquez, que estos paniagudos que esconden la veracidad y el análisis riguroso dentro de los armarios.